El sistema inmunológico de una persona con VIH se encuentra bajo mucho estrés. Ingerir una dieta balanceada que incluya una variedad de alimentos puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y a mantener un peso corporal óptimo. Una dieta balanceada se basa en la selección de alimentos de los cuatro grupos básicos: proteínas, frutas y vegetales, panes y granos, y productos derivados de la leche.
Se alienta a las personas con VIH a que consuman una dieta balanceada con alto nivel de proteínas y calorías, las que el sistema inmunológico necesita para combatir enfermedades. La mayoría de las personas con VIH con síntomas necesitan hasta 3,500 calorías por día. Quizás también requieran consumir una y media o dos veces más proteína que otras personas (hasta 130 gramos por día).
Debido a que ciertas condiciones relacionadas al sida afectan la capacidad de comer y que algunos tratamientos tienen restricciones alimenticias, es importante consultar con un médico y con un nutricionista que sepa sobre VIH, para asegurar una nutrición adecuada.