La hepatitis es una infección producida por un virus que afecta al hígado y puede comenzar y mejorar rápidamente, o volverse una enfermedad prolongada. Su gravedad depende de varios factores, antecedentes patológicos, alcoholismo crónico, ingesta de drogas hepatotoxicas y otros que producen daño hepático y hasta la muerte si no se controla y trata.
Sin embargo un aspecto importante de la hepatitis es que también se considera una infección por transmisión sexual, como son la Hepatitis B principalmente y en algunos casos de Hepatitis C, lo cual le hace estar muy ligada al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y sida.
Al respecto, el doctor Miguel Morales, médico-infectólogo, afirma que una de sus grandes aspiraciones y lucha cuando estuvo al frente del Programa Nacional de VIH-SIDA fue impulsar que en Venezuela se cree el Programa Nacional Contra la Hepatitis Viral, porque ello ayudaría a la atención de las personas afectadas.
Aseguró que tanto la Organización Mundial de la Salud, como el Ministerio del Poder Popular para la Salud, han impulsado esta idea y en cualquier momento debería cristalizarse. “No obstante que el país no cuenta por los momentos con este programa específico, pero igual se hace diagnóstico y tratamiento tanto a las personas coinfectadas (VIH-VHB o VHC) a través del Programa de VIH como a algunos mono-infectados con hepatitis B y C que son las de mayor comorbilidad por su posible degeneración en cáncer hepático, cirrosis y muerte”.
Morales afirmó que debido a las graves consecuencias que pueden generar la afección viral hepática en las personas con VIH, siempre es importante hacer el descarte con las serología para hepatitis A,B, C y D, porque como en muchas otras enfermedades el diagnóstico temprano es fundamental.
El especialista tiene fe en que Venezuela prontamente actualice algunas pautas y los protocolos para el tratamiento contra la hepatitis B y C en los pacientes mono-infectados, y sobre todo se logre acceso a las nuevas drogas que están surgiendo ya que de acuerdo a los especialistas son fármacos con excelentes resultados en la calidad de vida del usuario, ya que han reducido los efectos adversos en comparación con los medicamentos actuales, y de hecho los tratamientos son más cortos, siendo lo fundamental que no es para el control de la hepatitis viral sino para su cura definitiva, algo que está revolucionando este campo actualmente.
Otro aspecto que Morales sigue dispuesto a que se logre, es la actualización de la data pues afirma que epidemiológicamente los datos se mantienen aislados. “Tenemos buenas cifras de los coinfectados porque a través del programa de VIH son reportados, pero se nos fugan los datos de las personas que solo sufren hepatitis, por eso es que insistimos en la importancia de crear el programa nacional contra la hepatitis para saber cuántos pacientes existen y en función de eso atacarla de manera más eficaz, crear medidas de prevención y campañas orientadas a la acción asegurando el tratamiento para ese número específico de pacientes y la prevención para resto de la población general que no está afectada”.
Morales dice estar ganado a la idea que todas las acciones en torno a la salud sean respaldadas de manera conjunta por todas las instituciones públicas, privadas y ONGs del área ya que el interés por ofrecer calidad de vida es global y los resultados también deben serlo.
“Es un trabajo de todos, nadie lo puede hacer solo y por eso llamamos siempre a sumar esfuerzos, porque solo así se lograrán mejores avances”, enfatizó el especialista.
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Prensa, StopVIH, CNP. 6.126.