Para detectar la presencia de anticuerpos contra VIH, se realiza un examen de laboratorio conocido como ELISA (de las siglas en inglés, Ensayo por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas), esta prueba consiste en un análisis de muestra de sangre, aunque existen otros tipos de ELISA que examinan saliva y orina.
Estas pruebas han evolucionado con el pasar del tiempo; en la actualidad, podemos hablar de pruebas de VIH de tercera y cuarta generación, para ello la infectóloga Elia Sánchez, explicó que son los mismos procedimientos para ambas, pero que la diferencia primordial radica en que los de cuarta generación mide los antígenos P24, que es una proteína encontrada en el Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH). “Las pruebas de cuarta generación pueden tener falsos positivos, relacionados al período durante el cual se práctica la misma y porque el antígeno P24 puede estar presente en otros virus”, explicó Sánchez.
Otra de las diferencias es que acorta el “periodo ventana”, que es el tiempo que demora una persona que ha contraído el VIH, en reaccionar contra el virus y desarrollar suficientes anticuerpos contra el VIH. “Antes habían periodos ventanas que podían ser muy largos; de hasta 10 años, el paciente tenía el virus aunque su cuerpo no producía los anticuerpos necesarios; con los exámenes de cuarta generación ya se acortan, aunque también depende del paciente, las pruebas varían de uno a otro”.
Asimismo, refirió que las pruebas de tercera se siguen realizando de manera regular, ya que son menos costosas, mientras que las de cuarta generación no están disponibles en todos los centros de salud del territorio nacional.
La especialista informó que le gustaría contar con las pruebas de cuarta generación en todos los hospitales de país. “En la actualidad están en sitios muy específicos como bancos de sangres y hay personas que tienen que viajar de una zona geográfica a otra para que se practique el examen”.
Con respecto a cuál era su petición a la nueva ministra de salud, la infectóloga Elia Sánchez, fue enfática en decir que le gustaría realizar un manejo integral al paciente. “Sería muy positivo contar con psicólogos, psiquiatras y nutricionistas; ya que la actuación de equipos multidisciplinarios es lo único que garantiza la calidad de vida de una persona con VIH”, concluyó Elia Sánchez.
Elaborado por: Sascha Moncada, Periodista, CNP. 19.169, Coordinadora de Prensa, Organización StopVIH.