- El ataque a la salud y a la vida que los neoespartanos están sufriendo en los últimos días, debe llamar a la urgente acción de las autoridades, pues por imprevistas que sean las situaciones, el Gobierno no puede limitarse a las disculpas.
Jhonatan Rodriguez, presidente de la Organización StopVIH, dijo que como doliente de la salud de la población neoespartana, es pertinente exigir responsabilidades a las instituciones oficiales, pues entre la negligencia ante el derrame petrolero que llegó a nuestras costas, y el desbordamiento de las aguas servidas en La Auyama, han atentando en tan solo horas, contra la salud ambiental y la tranquilidad de los habitantes de Margarita, Coche y Cubagua.
Si bien es entendible que una tubería falle, lo que no es justificable es la falta de mantenimiento y previsión, recalcó, y más aún cuando a diario el Gobierno se jacta de anunciar inversiones y vocación de servicio. «Todo se derrumba con situaciones tan graves como la ocurrida este lunes 15 de mayo en la Estación de Bombeo La Auyama, la única evidencia que queda es la ineficacia del Gobierno y sus funcionarios en el manejo de los recursos públicos».
En tal sentido, Rodriguez insistió que los daños ambientales terminan siendo incuantificables cuando no se minimiza su recurrencia, de allí que el Gobierno nacional, regional y sus instituciones vinculadas, como Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y Aguas e Hidrocaribe, son responsables de los daños y desmanes que se están haciendo al ambiente, con sus consecuencias en la salud de las personas, «de nada sirve tener viveros de tortugas en la arena, si el mar que navegan las tortugas esta contaminado, en este sentido, urge actuar de manera cónsona y responsable. Exigimos que se explique el trabajo de saneamiento que harán a nuestro mar, así como con la tubería que vertió la cloaca de manera desbordada en la Av Bolívar, pudiendo causar impacto negativo en la salud de los residentes de las zonas aledañas».
Recordemos que en Venezuela, las farmacias públicas y privadas registran un desabastecimiento de medicamentos esenciales que alcanza el 90%, “no estamos en condiciones de contraer enfermedades, porque no tendremos como curarlas o tratarlas”, concluyó Rodríguez.
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