La plataforma que tiene el Sistema de las Naciones Unidas (ONU) en materia de ayuda y estrategias frente a la epidemia del VIH y sida ha sido de alguna manera desperdiciada en Venezuela, y las pruebas son los resultados que se tienen en el país sobre esta materia donde no se logran avances significativos en reducción del registro de nuevas infecciones –prevención–, probablemente la principal falla ha sido los débiles vínculos que se han establecido entre el sistema de la ONU, el gobierno, la sociedad civil y personas afectadas.
El planteamiento surge con el fin de mejorar las condiciones del trabajo a favor de la respuesta nacional a la epidemia de VIH y sida, pues una vez más se acerca la fecha de conmemorar estas acciones y debería ser el momento para fijar el compromiso de poner realmente en práctica las funciones que corresponde a la Oficina en el País del ONUSIDA en Venezuela así como de la Oficial de País.
Lo formalmente establecido es que la Oficina de País del ONUSIDA en Venezuela debe “contribuir eficazmente a la respuesta nacional al sida con la política de alto nivel, orientación estratégica y apoyo técnico para ampliar hacia el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo”. Este aspecto es precisamente uno de los que debe potenciarse, pues son evidentes las dificultades que en los últimos tres años vienen registrando las personas que viven con VIH para el acceso a los tratamientos antirretrovirales, a la prevención y a la atención, además de no existir un programa de apoyo sicológico y legal, salvo el que llevan algunas ONGs que trabajan en el ámbito de la salud.
Asimismo, es importante conocer que como miembro del equipo de País, la Oficial de ONUSIDA en Venezuela es responsable de, “velar por el cotejo, la difusión y el uso de información estratégica en toda la gama de cuestiones y temas necesarios para guiar la política pública”. Esta función igualmente denota el trabajo que falta por hacer, pues efectivamente la falta de difusión de las estadísticas sobre el registro de nuevas infecciones por el VIH y sida en Venezuela, no ha permitido fijar estrategias certeras para mitigar la epidemia, los posibles esfuerzos se atomizan y pierden efecto, y sobre todo se niega la posibilidad de una mejor calidad de vida.
Partiendo de este análisis que evidencia la necesidad de revisar la acción de la institución con más posibilidades de actuación en la materia, Jhonatan Rodríguez, Presidente de la Organización StopVIH, dijo que lo único a hacer efectivo es el reglamento de funciones que precisamente prevé la participación de la sociedad civil y desarrollo de asociaciones.
“Promover una mayor participación de todos los sectores de la sociedad, en la planificación, implementación y evaluación de las actividades del Sida. Movilizar apoyo a las organizaciones de la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales, en particular las que representan a personas que viven con el VIH, para contribuir a la política nacional y el desarrollo del Programa. Apoyar el liderazgo nacional para una respuesta ampliada, incluyente de la sociedad civil, las personas que viven con el VIH, y el sector privado, y propiciar alianzas estratégicas entre los socios del programa nacional e internacional”, son claramente las líneas a seguir, dijo Rodríguez, y eso es lo que hemos querido que se cumpla porque en efecto nuestro interés es apoyar todas las gestiones que contribuyan con la respuesta a la epidemia, y apoyar la salud de la población en general, ya que eso hará meritoria la labor de las ONGs.
Click aquí para descargar el perfil del cargo de Oficial de País de ONUSIDA en Venezuela. Documento disponible en inglés.
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Prensa, StopVIH, CNP. 6.126.