Desde el último trimestre de 2009 y hasta abril de 2016, el suministro de medicamentos para el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) ha presentado una serie de fallas que ponen en riesgo la salud, y en algunos casos hasta la vida, de los al menos 61.686 pacientes que, según cifras del Ministerio de la Salud, reciben tratamiento gratuito. Varios activistas en derechos de los pacientes con VIH, temen que la situación se pueda repetir en el segundo semestre del 2016, por lo que instan al despacho ministerial a tomar las medidas necesarias para evitar un nuevo desabastecimiento.
En los primeros cuatro meses del 2016, al menos tres o cuatro fármacos de los 30 tipos de antirretrovirales (ATR’s) disponibles en Venezuela, no estuvieron accesibles para los enfermos de VIH, según los datos levantados por la organización no gubernamental StopVIH. En enero y febrero los pacientes denunciaron la escasez de Viraday, Truvada y Nevirapina; mientras que en marzo y abril reportaron la ausencia de Enfuvirtide (Fuzeon), Raltegravir (Isentress), Rilpivirina (Complera) y Viraday (Atripla).
Por otro lado, el resultado del monitoreo que realizan los Puntos Focales de la red nacional de personas con VIH en las 24 regiones del país, da cuenta de que en las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) no están entregando T-20 (Fuzeon), Raltegravir (Insentress), Nevirapina (Viramune) y Darunavir (Prezista). En el caso de Kivexa, que también ya se encuentra en desabastecimiento, la entrega se realiza mediante sus dos componentes por separado (Abacavir y Lamivudina). También se agotaron los fármacos para niños con VIH como el Kaletra y Abacavir, ambos en presentación jarabe, precisa un comunicado de la ONG Acción Solidaria, publicado el pasado 3 de mayo.
Sin embargo, el Ministerio de Salud aseguró que cuenta “con todos los antirretrovirales sin ninguna dificultad y solo está por llegar uno, que es el único del cual tenemos inventario hasta dentro de un mes”, informó una fuente vinculada al despacho de la ministra Luisana Melo, quien pidió no ser identificada porque no tener la vocería oficial. Se pudo conocer de manera extraoficial que el medicamento al que se refería la fuente consultada es Raltegravir.
Suministro intermitente
Si bien no puede hablarse de una escasez absoluta de antirretrovirales en Venezuela, durante los últimos seis años y medio el suministro de medicamentos se ha producido de manera intermitente, según señala el presidente de StopVIH, Jhonatan Rodríguez, quien explica que la interrupción viene dada por fallas en la distribución en algunos estados, pero también por la desaparición de algunos fármacos por un período determinado, que al cabo de un tiempo vuelven a reaparecer. La crisis también se extiende a los medicamentos para las infecciones oportunistas al SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).
Aunque sea temporal, el desabastecimiento atenta contra la salud de los pacientes de VIH –explica Rodríguez–, ya que la interrupción no planificada del tratamiento provoca que se pierda el efecto del fármaco, cuyo objetivo es impedir que el virus se replique en el organismo; en consecuencia el virus se vuelve resistente a ese medicamento y muta, con lo cual disminuyen las opciones terapéuticas para tratar a esa persona, quien deberá tomar otro antirretroviral de mayor impacto. De allí la importancia de que los pacientes con VIH reciban puntualmente su respectiva dosis.
Pero desde hace algunos años el deber ser no se cumple. En el período 2010-2011 se presentaron al menos 37 episodios de fallas en el suministro, con lo cual Venezuela ocupó el primer lugar por desabastecimiento de antirretrovirales en América Latina en ese momento, de acuerdo al informe Tratamiento antirretroviral bajo la lupa 2012: un análisis de Salud Pública en Latinoamérica y el Caribe, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otros 16 episodios se registraron en 2012, cuando Venezuela volvió a ubicarse como el país con mayor número de situaciones de desabastecimiento de ATR’s, según el mismo estudio de la OPS/OMS publicado en 2013.
Pero el año más crítico de todos fue el 2014, cuando hubo ausencia de varios medicamentos durante casi todo el año y en algunos casos, como en los meses de marzo y mayo, no estuvieron disponibles al menos 16 de los 30 antirretrovirales, entre ellos: Truvada, Reyataz, Kivexa, Lamivudina, Abacavir, Duovir, Efavir, Ritonavir, Foamprenavir, Darunavir, Kaletra, Nevirapima, Tenofovir, Raltegravir, Viraday y Complera, según reportaron enfermos con VIH a StopVIH.
En el mes de agosto hubo escasez de al menos 15 fármacos, 14 en abril, 10 en junio, nueve en septiembre, siete en julio, seis en febrero, cuatro en enero, tres en diciembre y dos en noviembre. En 2015 también hubo desabastecimiento todo el año pero en menor cantidad de fármacos.
En el ojo del huracán
Los tratamientos para VIH son fármacos importados y de alto costo. El precio de algunos, como Truvada (Entracitabina+Tenofovir), puede ubicarse en 800 dólares americanos. Desde el año 2002, por mandato de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la adquisición y distribución de estos medicamentos son asumidas directamente por el Estado a través del Ministerio de la Salud, que a su vez los redistribuye a las 26 farmacias de alto costo del IVSS que existen en todo el país, para que estén a la disposición de los pacientes. Es por esta razón que tanto Rodríguez como Feliciano Reyna, presidente de la ONG Acción Solidaria, afirman que el abastecimiento de antirretrovirales depende exclusivamente del Estado.
Hace un par de años, instituciones como la Fundación Artistas por la Vida y Fundación Badan también manejaban dentro de sus inventarios algunos antirretrovirales, pero en la actualidad la situación es completamente distinta. El gerente general de Badan, José Ignacio Araque. informó que desde hace un año no tienen en existencia ningún tipo de tratamiento para VIH.
Desde 2014, el Ministerio de la Salud adquiere los fármacos para VIH a través del Fondo Estratégico de Medicamentos (FEM) de la OPS. El proceso de compra es muy complejo y tarda aproximadamente 9 meses, porque consta de varias etapas, por tanto, el organismo ministerial debe preparar con suficiente antelación el pedido de antirretrovirales para que lleguen a tiempo.
No obstante, el secretario general de la Red Venezolana de Gente Positiva (RVG+), Estevan Colina, denunció en abril pasado que el gobierno venezolano no había hecho la nueva orden de compra ante el FEM, según le informaron durante una reunión que mantuvo con representantes de la OPS Venezuela. Precisó que varios de los medicamentos que distribuye el Servicio Autónomo de Elaboraciones Farmacéuticas (Sefar) ya se habían terminado o estaban próximos a agotarse, ya que la última dotación era para 15 meses y duraría hasta mayo de este año.
Los directivos de las tres organizaciones defensoras de los derechos de los pacientes con VIH señalan como responsable de esta situación a la ministra de Salud Luisana Melo, “quien no firmó las órdenes de compra de los medicamentos antirretrovirales correspondientes al año 2016 y por un monto de 35 millones de dólares”.
Acción Solidaria, mediante un comunicado, destaca que “la grave falta de la ministra de Salud ocasionó que se interrumpiera la continuidad administrativa de su antecesor el ministro Henry Ventura, quien en noviembre de 2015 había iniciado el proceso establecido con el Fondo Estratégico mediante la entrega de la planificación de gestión de los antirretrovirales y otras informaciones técnicas requeridas”.
A raíz de esta situación, un grupo de al menos 10 representantes de ONG’s defensoras de derechos de los pacientes con VIH, se reunieron el pasado martes 10 de mayo con Indira Corado, asistente de la ministra Luisana Melo, para conocer el status de la próxima dotación de medicamentos. Allí se les informó que “la situación general de antirretrovirales estaría resuelta y que en aquellos casos donde hay fallas, estarían en vías de solución”; no obstante, los activistas no salieron conformes del encuentro pues consideran que necesitan información más detallada para tener la seguridad de que los medicamentos estarán disponibles cuanto antes.
Feliciano Reyna comentó que durante la reunión los funcionarios del Ministerio de la Salud admitieron que a mediados de junio pudiera haber fallas momentáneas en el suministro de Raltegravir, pero aseguraron que para finales de junio estaría resuelto el problema. “No quedo satisfecho hasta no ver ese cronograma”, sentenció el presidente de Acción Solidaria.
Extraoficialmente se pudo conocer que el Gobierno venezolano activó en el mes de abril el mecanismo de compra de antirretrovirales; no obstante, como el proceso tarda muchos meses y el inventario disponible se agota en junio próximo, supuestamente la OPS estaría gestionando con los países que están en la cola para recibir medicamentos, que se le permitiera a Venezuela que fuera la primera en abastecerse para evitar la interrupción de los tratamientos de los enfermos de VIH.
Crisis generalizada
El suministro de antirretrovirales no es lo único que falla en el sistema integral de atención y tratamiento de los pacientes con infección por VIH/SIDA. La crisis también alcanzó a los reactivos para realizar las pruebas para el diagnóstico, control y seguimiento de la enfermedad.
La Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) denunció el pasado 5 de mayo, a través de un comunicado, que desde el 2015 el Instituto Nacional de Higiene Dr. Rafael Rangel, donde se centralizan la gran mayoría de pruebas diagnósticas para pacientes con VIH, “ha presentado déficit de los reactivos y/o tecnología necesarias para el procesamiento de cargas virales y pruebas de resistencia a antirretrovirales, indispensables para su adecuada atención”.
Tampoco hay disponibilidad de fórmulas infantiles para los bebés de madres con VIH, lo cual pone en riesgo la salud del menor ya que la lactancia materna es fuente de transmisión del virus.
Publicado por el Diario El Universal. Domingo 15 de mayo de 2016.