Desde que la sede de la Dirección General de Saneamiento Ambiental y Contraloría Sanitaria, antigua Malariología, fue cerrada se le ha violado el derecho a la salud a más de 1.200 pacientes con VIH positivo en Carabobo.
Así lo denunció Wilburg Doubain, activista de la Asociación Luchemos por la Vida (Alvi) en Carabobo y de la Red Venezolana Gente Positiva.
Las instalaciones de esa dependencia fueron clausuradas por presunta contaminación ambiental, luego del incendio de dos de sus almacenes con contenedores de componentes tóxicos, el 26 de febrero. Debido al cierre hay 38 programas de prevención que no se cumplen, entre ellos los de control al dengue, mal de Chagas, leptopirosis, mal de rabia y otros, por lo que la cifra de afectados que no son atendidos es considerable. No es solo de contagiados con VIH.
Wilburg Doubain explicó que el servicio que presta la antigua Malariología a los pacientes con VIH consiste en el diagnóstico y control de la enfermedad, no en el tratamiento. Acuden las personas que van por primera vez a realizarse un examen para conocer si están contagiados o no, y los pacientes ya infectados con el virus para determinar la efectividad del tratamiento aplicado. Sólo así conocen su estado de salud, detalló.
El activista de Alvi precisó que en Venezuela sólo existen tres laboratorios completos especializados que realicen ese tipo de exámenes de forma gratuita. Dos de ellos se encuentran en Caracas y Zulia, respectivamente. El otro es en Carabobo, en la sede clausurada de Malariología.
Debido al déficit de centros públicos en el país, hay pacientes que viajan desde Lara y Yaracuy hasta Carabobo para ser atendidos. En este estado el promedio de pacientes contagiados es de cuatro mil aproximadamente, refirió Doubain.
El representante de Alvi junto a miembros del Sindicato de Trabajadores y Obreros de Saneamiento Ambiental y Contraloría Sanitaria, entregará un documento en la Fiscalía para solicitar celeridad en la el caso. Para la reapertura de la sede es necesaria la autorización de la Fiscal 5ta. de esa dependencia para retirar los contenedores de componentes tóxicos que permanecen en esos espacios, como le informó Oswaldo Barrios, director nacional de Saneamiento Ambiental. “La situación nos preocupa porque se cumplirán casi tres meses sin el servicio y nadie ofrece respuestas concretas a los usuarios y pacientes”.
En la próxima semana se reunirá con el director de la Fundación Instituto Carabobeño para la Salud (Insalud) Carlos Méndez y la directora de la sede, Xiomara Aponte.
Tomado del portal web del Diario El Carabobeño. Elaborado por: Axia Carvallo.