Según un estudio español publicado en AIDS, las personas con VIH resistente a efavirenz (Sustiva®, también en Atripla®) tendrían una probabilidad de presentar resistencia a rilpivirina (Edurant®, también en Eviplera®) inferior a la observada en personas con virus resistente a etravirina (Intelence®) o nevirapina (Viramune®).
Dado que muchas personas con VIH han utilizado un inhibidor de la transcriptasa inversa no análogo de nucleósido (ITINN), es importante conocer las posibilidades de que el virus presente resistencias cruzadas con otros fármacos de la misma familia, sobre todo en el caso de rilpivirina, último miembro de dicha familia en ser autorizado (aunque en España todavía no haya sido aprobada su comercialización).
Para evaluar el impacto de la resistencia a un ITINN sobre las futuras alternativas de tratamiento dentro de la misma familia de antirretrovirales, los autores del presente estudio incluyeron a 1.064 personas, tratadas en 22 hospitales españoles, que habían experimentado fracaso virológico con efavirenz (54,5% de los participantes), nevirapina (40%) o etravirina (5,5%).
Según el algoritmo de interpretación de resistencias empleado por los investigadores, el 20% de los participantes tenían VIH resistente a rilpivirina. La resistencia a rilpivirina fue más frecuente tras el fracaso del tratamiento con etravirina (27,6% de los casos) y con nevirapina (25%) que tras el del tratamiento con efavirenz (14,5%).
La mutación de resistencia a rilpivirina más habitualmente hallada entre los participantes fue Y181C (21,8%), seguida por K101E (9,1%), H221Y (8,3%), E138A (3,9%), M230L (1,5%) y K101P (1,4%). El resto de mutaciones de resistencia a rilpivirina encontradas no llegaron a estar presentes en un 1% de los participantes. La doble mutación K101E/M184I se detectó en el 1% de las muestras y la combinación E138K/M184I no se halló en ninguno de los participantes.
En el caso concreto de los fracasos asociados a etravirina, las mutaciones de resistencia a rilpivirina más comunes fueron Y181C (que supuso el 81,3% de los casos de resistencia) y V179I (implicada en el 43,8% de los casos).
Las mutaciones de resistencia a ITINN L100I y V108I tuvieron lugar de forma más usual tras el fracaso con efavirenz que tras el asociado a nevirapina (7,9 y 0,2%, respectivamente, en el caso de L100I; y 12,2 y 7,3%, respectivamente, en el caso de V108I). En cambio, las mutaciones Y181C, Y181I, V106A, H221Y y F227L presentaron una mayor frecuencia tras el fracaso con nevirapina que tras el relacionado con efavirenz.
Los resultados de este estudio muestran que la resistencia de clase a los ITINN sigue produciéndose incluso con relación a rilpivirina, el último fármaco de la familia que ha logrado la aprobación. Sin embargo, la resistencia a rilpivirina sería más habitual tras el fracaso con etravirina o nevirapina que tras el fracaso asociado con efavirenz.
A la luz de estos hallazgos, los investigadores señalan que debería realizarse un test de resistencia genotípica tras el fracaso con un ITINN si se pretende utilizar un nuevo régimen que incluya rilpivirina y descartar, de este modo, la presencia de resistencia cruzada.
Fuente: gTt-VIH