ONG cuestionan respuesta oficial a personas con VIH

Los medicamentos antirretrovirales, indispensables en el tratamiento para controlar la presencia de VIH en sangre de las personas que han contraído la infección, escasean otra vez en el país.

Varias organizaciones no gubernamentales han expresado esta semana que no se consigue el fármaco didanosina en las farmacias pertenecientes a la red del Ministerio de Salud, que se encargan de la distribución gratuita de esas medicinas y de las otras 28 para el tratamiento del virus.

Alberto Nieves, coordinador de incidencia pública de la ONG Acción Ciudadana contra el Sida, indica que el desabastecimiento ha durado prácticamente todo el año, con episodios intermitentes desde enero, y ha sido mayor en el interior del país.

Voceros del Ministerio de Salud afirmaron que desconocen la situación y que, de hecho, las autoridades sanitarias habían asignado esta semana dotaciones a varios estados.

La ministra Eugenia Sader dijo el 24 de febrero que 43.805 venezolanos reciben actualmente el tratamiento antirretroviral, que el Estado está obligado a suministrar desde julio de 1999, cuando la Corte Suprema de Justicia le ordenó asumir la compra y entrega de esas medicinas.

Consecuencias. Una personas con VIH debe tomar todas las dosis de medicamentos como le fueron indicadas, diariamente a la misma hora, sin excepción, pues corre el riesgo de que el virus se haga resistente a la terapia. Así lo explicó recientemente Deisy Matos, coordinadora del Programa Nacional de Sida, en una nota difundida por el Ministerio de Salud: «Cuando un paciente no toma los medicamentos al pie de la letra, el virus se hace resistente a los mismos y la persona tiene que cambiar su esquema de tratamiento y pasar a otra generación». Agregó que en 2011 el Estado suministró 1 millón de dosis.

Voceros de las ONG, sin embargo, no dudan en calificar la actual gestión del Ministerio de Salud de «violenta y agresiva contra los venezolanos con VIH y sida», como lo señala Alberto Nieves. El problema no es sólo la escasez de antirretrovirales de la que se registraron por lo menos seis episodios en 2011, sino las deficiencias en el suministro de reactivos para la realización de pruebas hematológicas, como la de linfocitos CD4 y carga viral.

Esos exámenes deben realizarse trimestralmente en el caso de personas con VIH, para medir la presencia del virus en su sangre. «En Carabobo y en el estado Bolívar, los laboratorios dan citas para el examen en agosto porque no tienen material. No se justifica tanto retraso porque no permite visualizar la efectividad del tratamiento», dice.

También hay escasez de medicinas para el tratamiento de infecciones oportunistas, de acuerdo con Jhonatan Rodríguez, presidente de la ONG StopVIH: «En Nueva Esparta fallecieron dos personas con VIH a causa de una toxoplasmosis cerebral que no se pudo tratar porque en el hospital no contaban con pirimetamina.

Eso fue a finales de 2011, pero tenemos conocimiento de que otros medicamentos para tratar infecciones no están llegando.

Es un problema integral».

La prevención

Dice un adagio que prevenir es mejor que lamentar.

En el caso de la salud habría que darle otro enfoque: prevenir es más fácil y menos costoso que tratar. El VIH sida no escapa de esa realidad, como tampoco del descuido que tradicionalmente ha marcado la atención preventiva en el país.

Alberto Nieves y Jhonatan Rodríguez denuncian que uno de los principales problemas que afrontan las ONG en su labor educacional sobre el VIH es el escaso suministro de condones por parte del Ministerio de Salud. «El condón es la herramienta esencial en la prevención del sida. No entendemos cómo el ministerio no se aboca a distribuirlos.

Esa es una medida mucho más económica que afrontar el costo del tratamiento si aumenta el número de infecciones», dice Rodríguez.

Otro problema es que hay quienes no saben cómo utilizar y manipular un preservativo (masculino o femenino). «Las autoridades no pueden quedarse sólo con la repartición de preservativos, que ya sería bastante; el Ministerio de Salud debe difundir campañas de orientación e instructivos que ayuden a la población a conocer cómo se utiliza un condón, cómo se guarda y que exigir su usoes parte de la protección», destaca Nieves.

 

Trabajo publicado en Diario El Nacional, martes 6 de marzo de 2012, Cuerpo: Ciudadanos, página 4. Por: Lilia Malavé