El sarcoma de Kaposi (SK) es un tumor canceroso que ocurre por la debilidad del sistema inmunitario causado por una interacción entre dos virus, Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH) y el Herpes Virus Humano 8 (HHV-8) que se disemina a través de la actividad sexual.
Su nombre se debe a que fue descrito por primera vez en 1872 en Viena por el dermatólogo húngaro Moritz Kaposi, bajo el nombre de «sarcoma múltiple pigmentado idiopático», aunque fue en 1981 que este tipo de cáncer se registró entre hombres homosexuales o bisexuales, advirtiendo el Centro de Control de enfermedades en los Estados Unidos (CDC) que se estudiaban “extraños” casos de neumonía, fiebre y pérdida de peso.
El 3 de julio de 1981 se informó el descubrimiento de una forma rara de cáncer dándole el nombre de sarcoma de Kaposi, en octubre se declara a la nueva enfermedad como epidemia y en diciembre le llaman “el cáncer gay” relacionándola con la práctica sexual e intercambio de sangre.
Un año más tarde, julio de 1982, al observarse por primera vez una forma fulminante y diseminada de sarcoma de Kaposi, el CDC da a la nueva enfermedad el nombre definitivo de Síndrome de Immunodeficiencia Adquirida (SIDA).
Desde ese momento los investigadores han hecho su trabajo. La certeza que el VIH causa el sida y que se transmite por la sangre, retrovirus relacionados, aplicación del test Elisa para determinar la presencia del virus y los antirretrovirales como método para la sobrevivencia, forma parte de los avances, no obstante a 32 años de la realización de la primera reunión internacional sobre Sida convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los compromisos de los países no logran disminuir el transmisión del VIH.
Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, refiere ante el recuento histórico que la prevención es un área olvidada por los Gobiernos. Por ejemplo, dijo, en 1985 un estudio realizado en la Universidad de California probó que definitivamente el uso de condones bloquea la transmisión del virus, y al menos en Venezuela desde hace muchos años no se hace una entrega masiva de preservativos en eventos públicos, asimismo la discontinuidad en el programa de medicinas gratuitas genera cifras negativas en la lucha contra la epidemia y la falta de campañas de concienciación aleja el tema de la agenda pública.
Destacó que las instituciones no gubernamentales buscan cada día generar ideas para llegar a la comunidad, a los jóvenes, a los niños y niñas escolarizados con mensajes motivadores sobre la sexualidad responsable, y dedican su gestión a la defensa de los derechos de quienes viven con VIH porque la meta es que no sean discriminados, que no nazcan más niños con VIH, que no se infecten más personas con el virus y que no mueran más personas por complicaciones asociadas al sida.
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Prensa, StopVIH, CNP. 6.126.