Gran parte de los laboratorios clínicos de la isla de Margarita se encuentran en cierre técnico debido a que nuevamente escasean los reactivos, y los pocos que les despachan vienen con incremento de precios de entre 500 y 800%, lo que obliga a trasladar esos costos a los exámenes de los pacientes en una proporción equiparable.
Carmen Figueroa, presidenta del Colegio de Bioanalistas de la entidad, aseguró que la situación es sumamente delicada, por cuanto los pacientes son quienes sufren las consecuencias de la falta de políticas adecuadas en materia de salud.
Puso como ejemplo que una prueba de glicemia que antes costaba 50 bolívares, ahora puede sobrepasar los 300 bolívares. Indicó que son pocos los que pueden pagar las pruebas de laboratorio a los precios que se ven obligados a fijar por el alto valor de los kits de reactivos.
Figueroa señaló que la Ley de Precios Justos los obliga a tener un 30% de ganancias, lo que escapa de las manos de los bioanalistas, quienes compran los reactivos a las empresas que reciben las divisas para las importaciones.
Ante esa presión, prefieren dejar de adquirir los reactivos a tan altos costos, para evitar la experiencia de tener que reflejarlos en los precios a los pacientes y poder recuperar la inversión.
Subrayó que los laboratorios pequeños no tienen cómo trabajar y están dejando de hacer muchas de las pruebas por la inexistencia de esos químicos; otros laboratorios tienen poca existencia de reactivos y al agotarlos no pueden reponerlos, debido al problema de los costos.
“Es imposible sostener una nómina y mantener, tanto los equipos como la infraestructura, en medio de una situación económica como la que estamos viviendo los bioanalistas y en general la mayoría de los profesionales ligados al sector salud”, remarcó Figueroa.
Embazadas sin pruebas
La presidenta del gremio de bioanalistas de la región insular alertó que las embarazadas están sufriendo una seria situación como consecuencia de la escasez de los reactivos para realizar las pruebas hormonales y de toxoplasmosis, que tienen costos altos.
Señaló que los médicos ordenan realizar dos tipos de pruebas de toxoplasmosis, pero no hay kits de reactivos para practicarlas, lo que pone en riesgo tanto a la madre como al feto.
Sin derivados Sanguíneos
Un vocero no autorizado del Ministerio para la Salud confirmó que los centros asistenciales de la entidad también corren el riesgo de quedar desabastecidos de derivados sanguíneos y productos biológicos como la albúmina humana, el factor VIII y las inmunoglobulinas, entre otros, ya que Quimbiotec, la empresa que los produce adscrita al Ministerio de Ciencia y Tecnología, volvió a incumplir con el abastecimiento de esos insumos a los centros de salud.
Fuente: Diario Sol de Margarita. Elaborado por: Dexcy Guedez, Periodista.