El particular impacto que el VIH tiene en las mujeres y las niñas se debatió durante una reunión de expertos organizada de manera conjunta con la 55ª sesión del Comité para la eliminación de la discriminación contra las mujeres (CEDAW). Durante el evento se celebró un amplio debate sobre cómo la desigualdad de género, la pobreza, las prácticas culturales nocivas y las relaciones de poder desiguales agravan su vulnerabilidad a la infección por el VIH.
También se subrayó el importante papel, si no fundamental, de los derechos humanos y la creación de un entorno propicio para las mujeres y las niñas. Los participantes acordaron que los países deben hacer más cosas para garantizar que las mujeres y las niñas tengan acceso a unos servicios integrales sobre VIH y salud sexual y reproductiva.
El discurso de apertura estuvo a cargo de Jan Beagle, directora ejecutiva adjunta de Gestión y Gobernanza de ONUSIDA, quien dijo que el Comité podría ayudar a garantizar que los gobiernos pongan a disposición y hagan accesibles los servicios contra el VIH a todas las mujeres y las niñas, incluidas las profesionales del sexo, las usuarias de drogas inyectables y las mujeres transgénero. En relación con el programa posterior a 2015, recalcó la importancia de aprovechar las sinergias de todos los movimientos para hacer que progresen la salud y los derechos sobre salud sexual y reproductiva (SSR), la igualdad de género y la capacitación de las mujeres y las niñas.
Los expertos del grupo acordaron que las barreras que dificultan el acceso de las mujeres a los servicios de salud sexual y reproductiva deben eliminarse e hicieron un llamamiento a los estados miembros para que realicen las inversiones necesarias a fin de facilitar el acceso a los servicios de SSR. También animó a los estados miembros a mejorar su sistema de notificación de problemas relativos a los derechos humanos, ya que están relacionados con las mujeres y el VIH, y a utilizar mejor el CEDAW para hacer avanzar los derechos de las mujeres y, en particular, los de las mujeres que viven con el VIH.
Jan Beagle, directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA expresó que “para ONUSIDA, la integración de los derechos humanos en la respuesta al sida no es negociable. No será posible acabar con las nuevas infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida sin prestar atención a los contextos sociales y jurídicos en los que vive la gente. No será posible alcanzar los cero casos de discriminación si las personas no tienen acceso a la justicia.”
Por su parte, Flavia Pansieri, Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos resaltó que “la discriminación por género está en el corazón de la mayor vulnerabilidad que experimentan las mujeres. Cuando las mujeres no tienen un papel social y político importante, cuando su acceso a la educación es desigual, nos damos cuenta de que el riesgo de infección por el VIH es muchísimo mayor.”
Para concluir, Nicole Ameline, presidenta de CEDAW, aseguró que “la respuesta más eficaz al VIH es la capacitación global de las mujeres. La convención de la CEDAW debe ser la base de esta capacitación, especialmente a través del acceso igualitario de las mujeres al trabajo y su plena participación en la vida económica y social.”
Tomado del portal web de ONUSIDA, 26 de julio de 2013.