La condición turística del estado Nueva Esparta hace a su población vulnerable a infecciones como el Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH), lo que indica la necesidad de potenciar programas continuos de prevención y educación sexual a todos los niveles sociales.
Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, hace la advertencia a propósito de la gran movilidad de turistas que todos los fines de semana y que se incrementa significativamente en las temporadas de Carnaval, Semana Santa, Agosto y Diciembre, pero también para exhortar a las autoridades a actualizar la data sobre la situación del VIH en la entidad, porque solo fundamentados en la realidad se podrán diseñar estrategias de impacto positivo que efectivamente se reflejen en las metas del milenio: cero nuevas infecciones de VIH, cero muertes por sida y cero discriminación asociada a la epidemia.
Indica que actualmente en el estado Nueva Esparta, se registran 2.059 personas diagnosticas con VIH desde el año 1985 hasta el 31 de diciembre del año 2014, de los cuales 133 son niños, niñas y adolescentes (2 a 19 años). Sin embargo, Rodríguez afirma que desde el año 2013 no se informa acerca de la mortalidad por sida en la región insular, y se desconoce la cantidad total de personas con VIH que reciben tratamiento antirretroviral en la entidad, datos que corresponde proporcionarlos a la Coordinación Regional del Programa ITS/VIH/SIDA en Nueva Esparta, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud, a cargo desde hace más de una década de la doctora Lucinda Fernández.
En tal sentido, basado en la Ley para la promoción y protección del derecho a la igualdad de las personas con VIH y sus familiares, Rodríguez instó al director regional de Salud, Pedro Fernández a revisar las acciones que se emprenden desde el Programa Regional de VIH y a articular esfuerzos con las organizaciones que trabajan el tema de VIH en la entidad, para masificar los programas que contribuyan con educar a la población neoespartana para reducir el número de nuevas infecciones por VIH y minimizar las cargas de estigma y de discriminación.
StopVIH no ha podido dar arranque, por ejemplo, a un programa de atención de las personas con VIH que se encuentran privadas de libertad, porque dicha Coordinación Regional no le ha proporcionado los datos necesarios para planificar acciones dirigidas a este grupo de población que es altamente vulnerable.
Para conocer más detalles acerca de esta y otras informaciones, visite www.stopvih.org.
Prensa, StopVIH, CNP. 6.126.