Una afección cutánea no es exclusividad de las personas con VIH, pero sí existen razones por las cuales éstas pudieran padecer de alguna, más fácilmente, que quienes no han contraído el virus.
Una de las razones que puede contribuir a la aparición de una lesión o problema en la piel es la ingesta de los fármacos antirretrovirales, que no necesariamente reviste de gravedad y desaparece en unos días o semanas sin tratamiento. Sin embargo, podrían presentarse casos de síndrome de Stevens-Johnson o eritema multiforme mayor, que es una hipersensibilidad rara y delicada que requiere de atención inmediata.
Entre los síntomas de este síndrome se encuentran fiebre, dolor o picazón de la piel, inflamación de la lengua y la cara, ampollas en la piel y las membranas mucosas, particularmente alrededor de la boca, la nariz y los ojos, y una erupción cutánea que comienza rápidamente y puede propagarse. Cuando este síndrome afecta por lo menos el 30% de la superficie de la piel, se le conoce como necrólisis epidérmica tóxica
También es muy común en quienes viven con VIH, la piel seca, que puede convertirse en eccema, que es un salpullido rojizo, que suele ser doloroso e irritante, y puede afectar la cara, la ingle, debajo de los brazos, sobre los codos y otras partes del cuerpo.
“Ante cualquier erupción cutánea hay que estar atentos pues puede ser un síntoma de infección aguda por el VIH, es la etapa más temprana de la infección por el VIH, y generalmente se desarrolla dentro de las 2 a 4 semanas siguientes a la infección por el VIH, por eso lo más recomendable es acudir de forma inmediata a la consulta de su médico tratante quien dará las recomendaciones y tratamiento adecuado, recomendó Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH.
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Por: Silvimar Campos Campos, CNP 23.232. Prensa, Organización StopVIH.