Ante la afectación letal que los actos de corrupción representan para el goce y ejercicio de los derechos humanos, Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, dijo que si bien reconoce los aciertos que en la ámbito de la salud se han logrado, como la aprobación de la Ley de VIH, también seguirán alzando la voz para visibilizar las fallas que afectan la vida de las personas en Venezuela, y sobre todo seguirán impulsando la premisa que solamente la educación puede generar cambios positivos en la conducta de la población para avanzar en el desarrollo del país.
El pronunciamiento fue hecho durante su intervención en el foro “Transparencia ciudadana: el activismo ciudadano como herramienta anticorrupción”, promovido por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Margarita, Transparencia Venezuela y Orpanac, precisamente para analizar el término corrupción y buscar potenciar su opuesto, la transparencia de la gestión pública del país.
La corrupción se refiere al mal uso del poder público para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente de forma secreta y privada, explicó Rodríguez por lo que afirmó que una práctica que entra en este término es la desinformación ya que de esta manera se pretende esconder una realidad, y en tal sentido dice que hay preguntas que las autoridades de salud no responden como, por qué el presupuesto para el VIH del 2015 es igual al del 2014; por qué no hay reactivos para pruebas ELISA, por qué no hay kits de bioseguridad; por qué no se invierte en prevención; por qué el quirófano del Hospital de Juan Griego en la isla de Margarita está cerrado desde hace más de tres años; por qué la entrada de la emergencia del Hospital Luis Ortega de Porlamar se está cayendo a pedazos; por qué no hay suficientes infectólogos en la región insular; por qué el MinSalud no rinde cuentas ni permite la contraloría social abierta y sin exclusión; entre otras interrogantes.
El presidente de StopVIH hizo referencia durante su exposición, a las palabras de Navi Pillay, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que dijo “la corrupción es un enorme obstáculo para el goce de todos los derechos humanos: civiles, políticos y culturales, así como para el derecho al desarrollo, ya que viola el principio fundamental de transparencia y rendición de cuentas”, precisamente para reiterar que la salud no es una dádiva, sino un derecho Constitucional y el Estado está en la obligación de garantizarlo, con transparencia y eficiencia, cueste lo que cueste.
En tal sentido, recordó los artículos 83, 84 y 85 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se refieren a los deberes y derechos sociales y de salud que tienen las personas y la Obligación del Estado de garantizarlos, así como la Ley de salud, que garantiza el derecho a la salud y a la vida.
Finalmente, y en atención a sus objetivos de apoyar a la sociedad a alcanzar una mejor calidad de vida, Rodríguez propuso como vías para rectificar y frenar la letalidad de la corrupción, capacitar y complementar los conocimientos del capital humano del Sistema Público de Salud, invertir en programas de prevención y tecnologías, propiciar un ambiente cordial en las relaciones entre la Sociedad Civil y todas las instituciones del Estado, replicar experiencias exitosas de otros países en los procesos de licitación, compra, distribución y suministro de medicamentos, equipos e insumos médicos, y permitir la contraloría social para rendir cuentas.
Al cierre Rodríguez destacó la importancia de este encuentro promovido por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Margarita, Transparencia Venezuela y Orpanac, porque abre espacios para reflexionar y generar conciencia sobre la buena gestión pública que se merece Venezuela, y permite a las organizaciones sociales ubicar en cada área los problemas y soluciones que mejorarían la situación local, regional y nacional.
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Prensa, StopVIH, CNP. 6.126.