Bailarinas de danza del vientre, genios, aladinos, serpientes, sultanes, tigres… y numerosas celebridades, han acudido esta noche al «Life Ball» de Viena para gozar de una alegre explosión de fantasía y para apoyar la lucha contra el sida.
Bajo el lema «Las mil y una noches», el neogótico Ayuntamiento de Viena y su parque se convirtieron este sábado en escenario de la historia de la legendaria reina Sherezade, que con su fantasía y paciencia logró convertir en amor el odio de un hombre.
Lentejuelas y telas brillantes, la purpurina, los dorados y plateados, los azules y morados, dominaron los vistosos disfraces de los participantes, sin que haya faltado ningún color o matiz en la mayor fiesta para recaudar fondos contra el sida y el VIH.
Exuberantes asimismo los atuendos de las cabezas, con modelos de mezquitas y otros edificios de color dorado, llamativos turbantes, o plumas de pavo real, entre otras ocurrencias.
No pocos fueron valientes, y desafiando unas temperaturas de cerca de 9 grados, canjearon el disfraz por el desnudo o casi desnudo pintado.
Antes de iniciarse la opulenta representación de las «1001 noches» con la que se abrió la edición número 21 del anual «Baile por la Vida», numerosos rostros conocidos desfilaron por la gran alfombra roja.
«Es fundamental hacer este tipo de eventos para concienciar al mundo de la importancia de curar el sida», declaró la supermodelo española Nieves Álvarez, que, con un elegante vestido largo rojo, asistió a esta cita invitada por el diseñador italiano Roberto Cavalli.
«Hay que estar aquí para apoyar» esta lucha, añadió.
Otros rostros conocidos fueron los de las actrices Hilary Swank y Melanie Griffith; Fergie, la cantante del grupo The Black Eyed Peas; la también intérprete Carmen Electra, el británico Sir Elton John, la diva operística Anna Netrebko y su marido, el tenor uruguayo Erwin Schrott, o la supermodelo Karolina Kurkova.
«Es un honor estar en el Life Ball», comentó Electra, y aseguró estar «contenta de celebrar la vida y de poder participar y actuar en la fiesta».
La actriz y cantante estadounidense Barbara Eden vino disfrazada del personaje que la hizo famosa, la genio Jeannie de la conocida serie «Mi bella genio», y dijo estar «muy orgullosa» de haber sido invitada, por primera vez, a este festejo de solidaridad.
Una solidaridad que debe ser «fortalecida», afirmó por su parte el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un vídeo-mensaje para los participantes del acto.
«Creo que es posible» lograr un día que ningún niño nazca con VIH», y que los que nacen o hayan nacido reciban la atención que merecen y no sean discriminados, dijo en el escenario Aishwarya Rai Bachchan, estrella de Bollywood y embajadora de buena voluntad de ONUSIDA, asociación de Naciones Unidas que, entre otros, se ha propuesto erradicar el contagio con el VIH de madre a hijo.
«Invertir creatividad, diversidad, para no dejar que triunfe la muerte: ni la física con el sida, ni la del alma, a través de la discriminación», es la idea de este baile, recordó Gery Keszler, fundador y organizador de un evento que tuvo unos inicios modestos pero que se ha ido consolidando como una de las principales citas.
Desde la organización, avisaron de que todo aquel que acudiera disfrazado acorde con la «biblia de estilo» propuesta por el evento (www.stylebible.org) tenía derecho a un descuento del 50 por ciento de los 150 euros que cuesta la asistencia al baile.
El «Life Ball», que es un llamamiento contra la intolerancia y el rechazo que sufren quienes padecen el sida, recaudó el año pasado 2,1 millones de euros para proyectos de lucha y prevención para esta enfermedad.
Uno de los proyectos que se financiarán con las ganancias que reúna la gala 2013 será el apoyo a las niñas prepúberes de países como Camboya, República Dominicana o Uganda, para liberarlas de la esclavitud sexual, prevenir los embarazos adolescentes y evitar así el riesgo de contagio del VIH.
Tomado del portal de noticias ElUniverso.com