Por lo menos dos años tienen los venezolanos viviendo el viacrucis de encontrar medicamentos, tanto en el sistema público como en el privado, y el Gobierno en su único y exclusivo interés de defenderse políticamente, decidió ser sordo e irresponsable en materia de políticas de salud.
La calificación fue expresada por el presidente de la Organización StopVIH, Jhonatan Rodríguez, quien como voz de muchas personas que desesperan por su condición de salud, advirtió nuevamente que por omisión, muchos son los funcionarios que están forjándose un expediente por crímenes de lesa humanidad.
“La inocultable escasez de medicamentos, impactando negativamente en la vida de los venezolanos, es la más cruda realidad que vive el país. Es inaceptable que tras 15 ministros de salud en 17 años de Gobierno, no haya sido posible responder a la sociedad. Esto no puede llamarse de otra manera que violación de DD.HH.”.
En Venezuela no hay antibióticos, antialérgicos, anticoagulantes, anticonvulsivos, antihipertensivos, psicotrópicos, entre otros tratamientos básicos y especializados, de urgente necesidad para los venezolanos, y todavía el Gobierno se da el gusto de negarse a la posibilidad de un canal humanitario, “es la decisión más descarada que país alguno haya podido ver; ni en situaciones más críticas políticamente, alguna Nación del mundo se había comportado de manera tan inhumana”.
Rodríguez, refiere que las personas piden ayuda a StopVIH y se preguntan, qué espera el Gobierno de Venezuela para atender esta crisis en salud, hasta cuándo se van a morir venezolanos por falta de medicinas o insumos hospitalarios, y en efecto, es de destacar que todos los planes y programas de controles como SIAMED, 800SALUDYA, y otros, han fracasado.
El Presidente de StopVIH, insiste que, la salud no es una dádiva, es una obligación Constitucional que el Estado tiene la obligación de garantizar no solamente en el papel. “El Estado debe ser garante de la salud del pueblo de Venezuela. Pueblo somos todos. El acceso a los servicios de salud no debe ser limitado al CLAP, UBCH ni a ningún mecanismo discriminatorio. El acceso debe ser igual para todos sin distingo alguno”.
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Prensa, StopVIH, CNP. 6.126.