Este anuncio se produce tras los resultados positivos de un estudio preclínico en el que se comprobó, por primera vez, que una vacuna contra el virus de la hepatitis C (VHC), denominada INO-8000, había logrado generar unas respuestas sólidas de células-T no solo en sangre sino también en el hígado, lo que resulta aún más importante. Las conclusiones del mencionado estudio preclínico han sido publicadas en la revista Plos One. A finales de 2013, se pondrá en marcha un ensayo clínico de fase I/IIa en el que se probará esta candidata, según ha hecho público Inovio Pharmaceuticals, empresa responsable del desarrollo de la vacuna experimental, en colaboración con VGX International. INO-8000 es una vacuna terapéutica experimental que actúa sobre las proteínas NS3/4A, NS4B y NS5A del VHC y está diseñada para actuar frente a los genotipos 1a y 1b, los que tradicionalmente han sido más difíciles de tratar con las terapias farmacológicas.
Se calcula que en todo el mundo viven más de 200 millones de personas con hepatitis C (de las cuales se estima que unas 800.000 están en España), lo que convierte este virus en uno de los principales problemas de salud pública de nuestro tiempo. Uno de los grandes obstáculos a los que se enfrenta el desarrollo de vacunas contra el VHC ha sido la enorme variación genética que existe entre las distintas cepas y genotipos, e incluso dentro de una misma persona.
Hasta ahora, la investigación en la vacuna contra el VHC se había centrado, principalmente, en una parte del virus (las proteínas NS3/4A) para inducir respuestas de células-T. Sin embargo, no ha habido muchos estudios dedicados a determinar si las vacunas que actúan sobre otras proteínas son capaces de inducir una respuesta importante de células-T en el hígado. Este estudio aborda este aspecto y demostró que cada uno de los tres constructos de la vacuna fue capaz de expresar la proteína viral correspondiente e indujo una potente respuesta celular específica del VHC en el hígado de ratones.
En estudios anteriores se había determinado que una vacuna eficaz anti-VHC debía ser capaz de inducir no solo unas respuestas potentes de células-T específicas del virus de la hepatitis C que actuasen sobre varias partes del virus, sino que estas células debían migrar al hígado y permanecer activadas. En este ensayo, no únicamente se observaron respuestas celulares (de linfocitos CD4 y CD8) específicas de las proteínas NS4B, NS5A y NS5B del virus, sino también una amplia variedad de células-T específicas de la vacuna, que resultaron ser funcionales en un entorno donde, en general, no hay actividad de células-T. De hecho, en el modelo con ratones, la inmunización terapéutica con INO-8000 permitió aclarar antígenos del VHC del hígado, lo que supone un indicio del potencial terapéutico de la vacuna experimental.
Con relación al tema, representantes de la empresa fabricante afirman que uno de los principales obstáculos presentes en el desarrollo de vacunas terapéuticas contra el VHC ha sido la incapacidad para generar una respuesta funcional de células-T en el hígado. El hecho de que el modelo preclínico demostrara que la vacuna lo había conseguido sugiere que tiene potencial para formar parte del arsenal terapéutico contra la infección hepática.
Fuente: gTt-VIH